Para Castells[1] la Internet es el tejido de nuestras vidas por estos tiempos y en esta nueva configuración de la realidad humana emergen relaciones que se distancian de la realidad fáctica en la que nos desenvolvemos en la cotidianidad. Por eso Internet sirve para aprender a vivir en la Sociedad de la Información, situación que se hace indispensable, para cualquier individuo, con el paso de los años.
La pregunta más oportuna no tendría que girar entorno a la utilidad de la Internet simplemente, creo que eso es algo de lo casi todos nos hemos podido dar cuenta dado los innumerables “beneficios” que hemos podido recibir. Quizás podríamos pensar y preguntarnos en mayor medida por las consecuencias, oportunidades y dificultades que este nuevo medio ha generado en nuestras vidas. Empecemos por los nuevos patrones y modelos de interacción social que se han gestado en las llamadas comunidades o mundos virtuales, si bien la característica primordial y formal de la Internet es la información no debemos obviar el fuerte poder que este medio ha desbordado en las formas y maneras de relacionarnos con los demás. Este elemento, a mi parecer, es uno de los fenómenos más llamativos y determinantes cuando pensamos la Internet; precisamente esas nuevas formas de ver el mundo son las que reconfiguran las concepciones mentales, culturales y sociales de los individuos cuestión que cambia por completo las formas tradicionales de relación social a las que estábamos acostumbrados. Y no es tan solo la transformación a niveles personales y sociales, por otra parte la economía, la política y la cultura, casi todas dependientes de los medios de comunicación e información, han visto en Internet un cambio profundo y estructural.
La pregunta más oportuna no tendría que girar entorno a la utilidad de la Internet simplemente, creo que eso es algo de lo casi todos nos hemos podido dar cuenta dado los innumerables “beneficios” que hemos podido recibir. Quizás podríamos pensar y preguntarnos en mayor medida por las consecuencias, oportunidades y dificultades que este nuevo medio ha generado en nuestras vidas. Empecemos por los nuevos patrones y modelos de interacción social que se han gestado en las llamadas comunidades o mundos virtuales, si bien la característica primordial y formal de la Internet es la información no debemos obviar el fuerte poder que este medio ha desbordado en las formas y maneras de relacionarnos con los demás. Este elemento, a mi parecer, es uno de los fenómenos más llamativos y determinantes cuando pensamos la Internet; precisamente esas nuevas formas de ver el mundo son las que reconfiguran las concepciones mentales, culturales y sociales de los individuos cuestión que cambia por completo las formas tradicionales de relación social a las que estábamos acostumbrados. Y no es tan solo la transformación a niveles personales y sociales, por otra parte la economía, la política y la cultura, casi todas dependientes de los medios de comunicación e información, han visto en Internet un cambio profundo y estructural.
Es interesante con el fenómeno de la Internet la noción de territorialidad, nos hemos convertido en seres ubicuos u omnipresentes, tenemos posibilidades antes impensables de estar en otro lugar del mundo sin que esto suponga una circunscripción territorial definida, somos nuevos seres que podemos ser nosotros y tener otro yo inmerso en la virtualidad. “Internet es una es una extensión de la vida tal como es, en todas sus dimensiones y modalidades"[2], no dejamos de ser nosotros, controlamos lo que podemos ser y tenemos la posibilidad de adentrarnos en un paralelismo que aún nos siguen deparando día tras día más retos y oportunidades.
Veamos a la Internet como una oportunidad para todos, quizás el individualismo no es algo absolutamente bueno pero es aquí donde tenemos una mínima oportunidad de ser un tanto más autónomos, o también de ser lo que no podemos ser en otros espacios pertenecientes a lo convencional. Con la Internet podemos mantener lazos fuertes a distancia y contribuir a un nuevo modelo de sociabilidad basado en el individualismo; mismos individuos que son potenciales creadores de redes virtuales que se conforman en comunidades que se transmutan y convergen es esta nueva forma de sociedad.
Internet es el presente, es el medio por excelencia del momento en el que nos comunicamos y nos reorganizamos en el mundo. En conclusión acudo de nuevo a una frase final que nos regala Castells “Lo que hace internet es procesar la virtualidad y transformarla en nuestra realidad, constituyendo la sociedad red, que es la sociedad en que vivimos”[3].
Veamos a la Internet como una oportunidad para todos, quizás el individualismo no es algo absolutamente bueno pero es aquí donde tenemos una mínima oportunidad de ser un tanto más autónomos, o también de ser lo que no podemos ser en otros espacios pertenecientes a lo convencional. Con la Internet podemos mantener lazos fuertes a distancia y contribuir a un nuevo modelo de sociabilidad basado en el individualismo; mismos individuos que son potenciales creadores de redes virtuales que se conforman en comunidades que se transmutan y convergen es esta nueva forma de sociedad.
Internet es el presente, es el medio por excelencia del momento en el que nos comunicamos y nos reorganizamos en el mundo. En conclusión acudo de nuevo a una frase final que nos regala Castells “Lo que hace internet es procesar la virtualidad y transformarla en nuestra realidad, constituyendo la sociedad red, que es la sociedad en que vivimos”[3].
[1] Castells, Manuel. La Galaxia Internet. Reflexiones sobre Internet, empresa y sociedad, Capitulo 4: ¿Comunidades virtuales o sociedad red? Plaza y Janes, Barcelona, 2004.
[2] Castells, Manuel. Internet y Sociedad red. Lección inaugural del programa de doctorado sobre la sociedad red, de la información y el conocimiento. Pág 1-11. Consultado en: www.forum.global.de/soc/bibliot/castells/internetcastells.htm . 2007
[3] Castells, Manuel. Ibídem.